lunes, 29 de diciembre de 2014

Jimena y la noche

Muchas personas comienzan el día deseando que fuese otra vez de noche, Jimena no era de esas personas. 

Normalmente, tras un largo día, se desea ir a la cama para poder descansar y dormir, pero en el caso de Jimena, ocurría todo lo contrario. Para ella el ir a la cama significaba darle vueltas a la cabeza, pensar en su pasado, hacer que todas las cosas malas volvieran a florecer.

Cada noche que pasaba era peor, pues sus miedos e inseguridades volvían una y otra vez. Se sentía querida pero "¿cuándo me van a decepcionar?" pensaba. "¿Cuándo me van a rechazar?" susurraba a la luna. 

Ya de por sí, Jimena era una chica con problemas de confianza pero si encima sumamos el hecho de haber pasado por tantos engaños y mentiras, la mezcla era explosiva. Para ella la llegada de la noche sólo traía consigo pena, tristeza, llantos, lloros y lágrimas. 

No podía soportar las noches en vela, pues no paraba de comerse la cabeza pensando una y otra vez en lo mismo. Tantas veces había pasado por el rechazo y por las mentiras, que ya no confiaba en casi nadie y sabía que en las personas en las que confiaba, alguna vez la defraudarían, porque para ella el mundo era así. Un mundo en el que si confías en alguien, lo más seguro es que te parta el corazón y te destroce por dentro.

sábado, 13 de diciembre de 2014

¿Somos imprescindibles?

Desde hace poco, me ha dado cuenta de que nadie es imprescindible. Pensadlo muy seriamente.

Pensad por ejemplo en vuestro trabajo, en realidad hay gente que puede sustituiros y hacer el mismo trabajo que hacéis vosotros incluso a veces con más rapidez y mejores resultados. Esto también ocurre en las relaciones amorosas, al fin y al cabo, buscamos a alguien que "sustituya" a nuestro anterior amor. Otro ejemplo también son las amistades, ¿acaso no vienen y se van amigos en nuestra vida?

En realidad, si lo pensamos bien, en cualquier aspecto de nuestra vida podemos ser sustituidos.

Por otra parte, hay algo que hace que seamos imprescindibles, que es el afecto que damos a otras personas, la preocupación por ellas, el cariño hacia ellas o incluso nuestra forma de ser que también es distinta al resto del mundo.

El problema llega cuando nos olvidamos, tanto nosotros como las personas que nos rodean, de todas estas cosas que nos hacen ser únicos y creemos que todo el mundo puede ser sustituido por otra persona.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Una cosa tan sencilla

Un día como otro cualquiera fui a casa de mi novia por la tarde. El plan era ir al cine, pero los planes nunca salían como pensábamos y la verdad es que eso tampoco me importaba porque con ella todo era diversión y risas. Me fue a recoger al metro como solía o intentaba hacer siempre que iba a su casa. Esta vez consiguió llegar a tiempo.  

Era una costumbre en su familia poner el árbol de navidad entre todos, cada uno participando a su manera, uno mandaba, otro se ocupaba de las luces y otros de poner los adornos.  Ella me pidió con esos ojos enormes que tiene que si hoy tocaba poner el árbol, y como siempre, no me pude resistir a su mirada y asentí. Se esbozó una sonrisa en su rostro. Si, esas sonrisas que tanto me gustan y que tan loco me vuelven. 

Al fin llegó la hora de poner el árbol aunque yo me resistí un poco, la verdad así que decidí darle un buen ataque se cosquillas hasta que de tanto y tanto reír sis pupilas se dilataron. Cuando fuimos a decorarlo, ella vió que una de las bolas de navidad estaba rota pues no tenía enganche para colgarla del árbol. Al ver la cara de pena que ponía, decidí ingeniármelas para transformar los restos de otro enganche en uno adecuado para dicha bola. Al final, cuando pude poner el enganche, su cara de felicidad inundó mi cuerpo, y entonces comprendí que con una cosa tan sencilla, y a primera vista insignificante, la pude hacer feliz. 


lunes, 1 de diciembre de 2014

¿Soledad?

Ella está otra vez sola. Muchos le dicen que estarán a su lado para todo y para siempre, pero ¿cuánto de esa frase es verdad? ¿Cuántas personas se quedarán realmente a su lado y la apoyarán cuando ella lo necesite? ¿Cuántas personas estarán a su lado para levantarla cuando se caiga? ¿Cuántas arriesgarán su propia salud en caso de que ella esté en peligro?

La experiencia le ha enseñado varias veces que no hay muchas personas capaz de acompañarla en su camino. Ella sabe que en todas partes hay personas que se quedan y otras que se van, pero lo que le ha costado y le sigue costando aprender es que no debe darlo todo por alguien, a no ser que esté muy segura, pues entonces su corazón se romperá en pedazos como ya pudo experimentar.


Siempre hay baches, por supuesto, pero si esos baches hacen perder a alguien, entonces es que esas personas no debían estar juntas. Pero al igual que esos baches se pueden ver de forma negativa, también lo pueden hacer de positiva. Si alguien supera baches con ella, significa que esas personas se importan y que deben estar juntas para apoyarse mutuamente.

Es cierto que hay veces que no nos percatamos de que hay personas a nuestro alrededor que nunca nos dejarán, que nunca nos defraudarán o que nunca nos fallarán. La verdad es que a ella esta lección todavía no le ha quedado muy clara y supongo que a ninguno de nosotros, por eso la verdadera pregunta que se debe y nos debemos hacer es: ¿estamos o nos sentimos solos?